Union Is Strength

15.04.2022

COMPTEM prueba el autoconsumo en una localidad de España

En Crevillente, un municipio de 30 000 habitantes, una comunidad de energías renovables está probando la instalación de una red de placas solares en los tejados para producir el 50 % de la electricidad consumida en esta localidad. Este proyecto, que es pionero en la materia, intenta que el autoconsumo pase de la fase individual a la colectiva.

Alban Elkaïm (FR) - Traducido por Sara Fernández Martín, Voxeurop

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COM, la célula piloto en la zona de Realango, es la única que ya funciona
COM, la célula piloto en la zona de Realango, es la única que ya funciona. | Enercoop

Crevillente (España)

Observa la pantalla de su smartphone, a la espera del veredicto… “Hoy está a 273 euros el megavatio-hora (MWh). No está mal. Aunque hace tres semanas habría sido mortal. Hoy es una maravilla”. Hace un año, estaba a 28 euros. Desde entonces, los precios de la electricidad no han dejado de subir. La ofensiva rusa en Ucrania ha hecho que exploten, literalmente. “¿Qué puedo hacer para reducir mi factura? Producir yo mismo un máximo de energía”, reitera Joaquín Mas. Y en esto es precisamente en lo que se centra. Desde hace tres años, instala paneles solares en los tejados de Crevillente, una localidad de de 30 000 habitantes cerca de Alicante, en España. Su objetivo es desarrollar una red eléctrica local con la que el municipio pueda responder al 50 % de sus necesidades de aquí a 2030. La red, controlada por sus usuarios, debe producir energía verde que estos consumirán a un precio imbatible.

Más o menos se trata de extender a una localidad entera la práctica del autoconsumo, que permite al usuario producir él mismo la energía que consume. El proyecto, ejecutado por la sociedad cooperativa Grupo Enercoop, cuyo director general es Joaquín Mas Belso, lleva el nombre de COMPTEM. Es la primera comunidad de energía renovable que surgió en España, en 2019, y es una de las pioneras en esta aventura en Europa.

Joaquín Mas Belso en una planta fotovoltaica de Enercoop
Joaquín Mas Belso en una planta fotovoltaica de Enercoop. | Enercoop

En el ámbito individual, el autoconsumo consiste por lo general en instalar placas solares en el tejado de una casa para abastecer energía directamente a sus habitantes. Puesto que estos paneles solo producen cuando sale el sol, el hogar sigue conectado a la red convencional, de la que obtiene la electricidad que consume cuando las instalaciones no generan suficiente corriente. Y, a la inversa, cuando existen picos de producción, la energía que no se utiliza se transfiere a la red. Al usuario se le paga por esa energía. La remuneración es módica, pero con ello se aligera un poco la factura de electricidad. Si el sistema dispone de baterías, puede almacenar una parte de la energía excedente cuando produce más de la que necesita el usuario.

"Con el autoconsumo individual, las instalaciones en Crevillente habrían costado el doble"

Una comunidad de energía renovable organiza una red de instalaciones de este tipo, para distribuir la energía generada al conjunto de sus miembros. Tal y como indica la “hoja de ruta del autoconsumo” publicada en diciembre por el Gobierno, esta entidad jurídica debe estar “controlada por sus afiliados o sus miembros” y su principal finalidad será aportar beneficios medioambientales, económicos o sociales a sus afiliados o miembros, o bien a las zonas locales en las que operan y no obtener beneficios financieros”. En valenciano, la lengua cooficial en Crevillente, un municipio situado en la comunidad autónoma de Valencia, COMPTEM significa “contamos”, somos importantes.

Las economías de escala obtenidas al unir a una gran cantidad de participantes siempre hacen que baje el precio", asegura Eduardo Collado, profesor del máster de Energías renovables en la Universidad Internacional de Valencia y exdirector de Operaciones Técnicas de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). “En el caso de Crevillente, hablamos de 4 millones de euros de inversión para instalar una capacidad de producción de 5 megavatios (MW). Con el autoconsumo individual, el precio fácilmente podría duplicarse”. Por otro lado, este modelo es más eficiente en la gestión de la energía producida y consumida.

Además de los ahorros que genera, con esta organización se derriban algunas de las barreras que frenan el desarrollo del autoconsumo y la producción de energía local. Sobre todo en las ciudades. “Imaginemos que vivo en un inmueble. El edificio de enfrente me hace sombra. Mis vecinos no quieren poner placas en el tejado. Entonces puedo recurrir a una comunidad energética”, expone Joaquín Mas, que se apresura a plantear casos prácticos para dar forma a la teoría. COMPTEM distribuye "células de producción" por la población, encaramadas en la cima de puntos estratégicos. Se trata de espacios cedidos por el ayuntamiento, que acoge el proyecto con entusiasmo. Unos espacios bañados por el sol, que brilla la mayor parte del año en este antiguo distrito industrial. El tejado de las gradas del estadio de fútbol, un cobertizo instalado en una plaza... Al final, se repartirán 21 células en el conjunto de la localidad. De momento, solo la primera está en marcha. Otras cuatro ya están listas para su encendido y la cooperativa anuncia otras cuatro de aquí a finales de año. El objetivo de Enercoop es poder suministrar a todos los habitantes electricidad verde y económica.

Otro ejemplo: “Me gustaría consumir una energía verde, local y más barata. Pero no tengo los medios para poner paneles fotovoltaicos en mi tejado”. En ese caso, de nuevo la comunidad puede poner remedio. Se pueden plantear diversas fórmulas para que todos los que tengan capacidad puedan realizar las inversiones. Podrán recuperar la inversión gracias a una imposición temporal en los beneficios generados. En Crevillente, los inversores exteriores son los que pagan las células de producción. ¿Qué ahorro se espera? Entre un 25 % y un 30 % de la factura. Al principio, la mitad del dinero que no se gasta se destina a pagar a los que han proporcionado los fondos. En teoría, el usuario no tendrá que desembolsar nada para el despliegue de COMPTEM. Pero deberá obtener un ahorro del 15 % desde el momento en que empiece a usar los servicios de la comunidad.

Célula de producción que entrará en servicio este año en Crevillent, instalada en el tejado del estadio de fútbol
Célula de producción que entrará en servicio este año en Crevillent, instalada en el tejado del estadio de fútbol. | Enercoop

De momento, no veo mucha diferencia”, comenta refunfuñando Miguel tras la barra del único bar de Realengo, una pedanía de casitas blancas modestas, un poco alejado del resto del municipio. Aquí es donde se puso en funcionamiento la primera célula de producción en 2020, en el tejado de un cobertizo instalado para este fin en una plaza del barrio. Esta “célula piloto” dispone de unas baterías que pueden acumular hasta 240 KWH al darles el sol para luego restablecerlas cuando anochece. “Pero no sé si es porque no funciona, o si es por el aumento de los precios de la electricidad, como comentan”, continúa el dueño del bar. Confiesa que nunca ha usado la aplicación de la comunidad energética. Esta informa a los usuarios del estado de la producción y de las reservas de MWh, así como sobre su propio consumo. Con ella supuestamente pueden realizar una mejor gestión, según el ir y venir del astro rey. “Pero en mi bar está todo encendido desde que abro hasta que cierro”, señala. "He ido a varias asambleas. Es algo que me parece muy bueno. Sobre todo, dada la situación actual”, comenta Ramó Triero, un poco más lejos. Se ha inscrito, pero aún no se ha conectado. “Me han entrado ganas de poner placas solares en mi casa.

Beneficios para nosotros y para ustedes

En español, las siglas COMPTEM también equivalen a “Comunidad para la Transición Ecológica Municipal”. La producción y el consumo local de electricidad constituyen una parte de la respuesta a los grandes desafíos de nuestra época. Entre ellos, el más importante es el cambio climático. El Gobierno español cuenta con la instalación de 9 a 14 gigavatios (GW) de capacidad de producción en autoconsumo de aquí a 2030. Esto supone al menos una cuarta parte de los 39 GW del conjunto de las capacidades de producción solar que España tiene previsto instalar para entonces. Entre el 5,6 y el 8,7 % de la producción eléctrica total al final del decenio. Con esta práctica podrían introducirse grandes cantidades de energías verdes en el sistema. "Dado el gran alcance de los objetivos fijados para los próximos diez años, es muy importante impulsar todas las contribuciones que puedan aportarse. Por lo tanto, este tipo de iniciativas es bienvenido”, resume Eduardo Collado.

El estallido hace un mes de la guerra en Ucrania ha recordado brutalmente otra realidad a la Unión Europea (UE): su inmensa dependencia energética con respecto a países como Rusia. “Debemos actuar para disminuir el impacto de la subida de los precios de la energía (...) y acelerar la transición hacia las energías limpias. Cuanto más rápido pasemos a las energías renovables y al hidrógeno, combinados con la eficiencia energética, menos tardaremos en ser realmente independientes y en dominar nuestro sistema energético”, comentaba Ursula von der Leyen, presidenta de Comisión Europea en la introducción de la presentación del plan “Repower Europe”, el pasado 8 de marzo. Los países de la Unión cuentan con pocos recursos de energías fósiles en sus subsuelos y, sin embargo, constituyen más de dos tercios de su consumo.

No desarrollamos COMPTEM en Crevillente solo porque el municipio dice que está bien. Nos lo dice Europa, nos lo dice el Ministerio para la Transición Ecológica, nos lo dice la Comunidad Autónoma”, destaca Joaquín Mas. Desde hace unos años, la UE se interesa por este tema. Varias directivas exigen a los Estados miembros adoptar políticas que favorezcan estas iniciativas. El pasado mes de diciembre, el Gobierno español publicó una “hoja de ruta del autoconsumo”. “Apoyamos fervientemente a las comunidades energéticas. Muchos de los proyectos reciben entre el 40 y el 50 % de su financiación en forma de ayudas”, confirma el director genera de la cooperativa eléctrica. La propia Unión Europea ha contribuido, subvencionando las baterías instaladas en Realengo hasta un 70 %. El plan de reactivación NextGenerationEU, ideado para reconstruir una Europa “más verde, más digital y más resiliente” tras la pandemia, debería tomar el relevo. El pasado mes de febrero, el Ministerio para la Transición Ecológica anunció la distribución de una partida de 40 millones de euros del mecanismo de reactivación al que se ha acogido para “fomentar proyectos pilotos singulares de comunidades energéticas”.

Joaquín Mas Belso, director general del Grupo Enercoop, y las baterías de una célula de producción
Joaquín Mas Belso, director general del Grupo Enercoop, y las baterías de una célula de producción. | Alban Elkaïm

El autoconsumo no es una solución milagrosa

El sector está hoy en pleno auge. El aumento de los precios de la energía ha hecho que muchos usuarios hayan dado el paso. El autoconsumo se ha disparado en España. A este ritmo, los objetivos de 2030 podrían incluso lograrse antes de lo previsto. “Si no es así, no será por falta de interés por parte de los agentes privados”, como el que dirige COMPTEM. El obstáculo: la complejidad de los trámites administrativos que deben emprenderse.

Aunque no hay que caer en el utopismo ingenuo, como advierte Eduardo Collado. Los que sueñen con un mundo de pequeñas redes locales independientes, liberados de las grandes empresas eléctricas y de su posición dominante, corren el riesgo de decepcionarse. “La energía eólica y la solar no son manejables (es difícil alimentar la red por la noche cuando el viento no sopla, NDLR). España además necesita que se desarrollen grandes proyectos de almacenaje”. COMPTEM asegura que las comunidades energéticas tendrán una función clave que desempeñar en los próximos años ante este desafío. “En lo que respecta a la gestionabilidad, yo confiaría sobre todo en las grandes instalaciones”, confiesa el profesor del máster de Energías Renovables de la Universidad International de Valencia. En cuanto a la moderación de precios, nadie ha dicho que esté garantizada: “Los ayuntamientos pueden dejar ciertas superficies. Más allá de eso, lo que la gente intentará hacer será sin duda aprovechar la rentabilidad correspondiente a los activos que posean”, expone el expresidente de la UNEF.

COMPTEM es solo un proyecto pequeño”, concluye. Pero es un buen ejemplo de lo que pueden hacer las comunidades y las regiones”. Y sin duda constituye una excelente maniobra publicitaria para el grupo Enercoop, que indiscutiblemente está atrayendo una gran atención mediática.

European unionEste artículo se ha redactado en el contexto del concurso Union Is Strength, organizado por Slate.fr con el apoyo financiero de la Unión Europea. El artículo refleja el punto de vista de su autor y la Comisión Europea no es responsable de su contenido ni de su uso.